La vida que no viviste
Recientemente hice una pintura llamada "El Cementerio de las Posibilidades," inspirada en la idea de que hay muchas vidas posibles que podríamos haber vivido, pero que no vivimos.
Esas posibilidades que uno no experimenta, o se mueren, o las viven otros.
Eso significa que, de alguna forma, hay que aceptar la vida que tenemos: los caminos que hemos recorrido y aquellos que tal vez nunca lleguemos a experimentar, ya sea por nuestras propias decisiones o por circunstancias fuera de nuestro control.
Sin embargo, eso de "aceptar la vida que tenemos" es más fácil decirlo que hacerlo.
La grama es más verde al otro lado
Por ejemplo, saber que he dejado pasar muchas oportunidades en mi vida, y que hay muchas otras que nunca podré disfrutar, me dan ganas de darme en la cabeza contra la pared.
Por un lado, surgen dudas sobre si estoy viviendo la vida “correcta,” la que se “supone” que debería estar viviendo.
Si no tengo cuidado, esas dudas pueden hacerme pensar menos de la vida que realmente estoy viviendo porque, tal vez, la grama es más verde al otro lado.
A eso le sumas la sensación de estancamiento que a veces aparece cuando comparo lo que otros están haciendo y cómo parece que logran mucho más y mejores cosas que yo, y tienes una receta perfecta para la ansiedad y los pensamientos intrusivos.
Estos dos puntos los explica mejor Oliver Burkeman en su libro Cuatro Mil Semanas: Gestión del Tiempo para Mortales.
Básicamente, el autor dice que con el auge de las redes sociales, esas historias de éxito que en la vida real no son tan comunes, se vuelven normales por la alta exposición que tienen através de la Internet, creando la ilusión de que es muy común ser exitoso y tener una vida perfecta como la que se muestra en las redes.
Lo que a su vez te hace pensar: “Bueno, si ser exitoso es tan normal, ¿por qué no estoy viviendo una vida ‘exitosa’? Algo debe estar mal conmigo.”
No todo es malo
Para ser justos, hay algo positivo en estar expuesto a tantas y diferentes posibilidades, ya sea a causa de la Internet o el producto de una imaginación súper-activa: empiezas a darte cuenta de que no todas te afectan igual.
Algunas posibilidades te inspiran, otras te repelen, y otras te dejan totalmente indiferente.
Esa discreción emocional, o selectividad, sobre qué posible escenario resuena contigo, puede ser una herramienta guía.
Te ayuda a discernir cuáles posibilidades realmente valen tu atención y alinean con tus deseos. Al reconocerlas, te puedes acercar a las opciones que te hacen sentir realizado, alejarte de las que te disgustan e ignorar las que no importan. Así puedes enfocar tu energía en vivir una vida más auténtica y satisfactoria.
Por ejemplo, por más que vea gente en Internet haciendo paracaidismo, jamás en mi vida me lanzaría voluntariamente desde cientos de metros de altura “por diversión”. No va a pasar.
Como esa posibilidad me repele, me mantengo lejos de ella. (Aunque supongo que si alguna vez me encontrara en un accidente de avión, el lanzarme al vacío no sería una opción, sería una posibilidad que tendría que aceptar.).
Por otro lado, antes de que mi esposa Kimberly y yo fundáramos nuestra galería de arte en línea, Kreation Artzone, no sabíamos que eso era lo que queríamos.
Solo sabíamos que queríamos vivir una vida más plena a través de nuestras pasiones creativas, pero no teníamos claro qué era exactamente, cómo lograrlo y, lo más importante, si siquiera podíamos hacerlo.
Sin embargo, cuando vimos a otras personas creando arte y manejando sus propios negocios creativos, algo en nosotros hizo “click”. De todas las cosas que podríamos hacer con nuestro talento, sabíamos que eso era lo que queríamos, así que nos movimos hacia esa posibilidad.
Conclusión
Mientras creaba la pintura que mencioné, “El Cementerio de las Posibilidades,” no pude evitar escuchar esa vocecita en mi interior preguntando “¿Qué hubiera pasado si…?”, obligándome a revivir todos los momentos decisivos que he tenido en mi vida, pequeños y grandes.
Algunos momentos me hicieron reír, otros me hicieron sentir arrepentimiento, y hubo momentos en los que simplemente pensé “¿En qué diablos estaba pensando?”.
De hecho, esto me recordó cuando alguien cercano a mí me preguntó a qué edad volvería si pudiera retroceder en el tiempo con el conocimiento que tengo ahora.
Respondí sin pensarlo mucho, explicándole todas las cosas que haría diferente.
¿Pero deverdad lo haría?
Después de todo, fue precisamente la acumulación de cada una de esas posibilidades que sí ocurrieron, buenas y malas, lo que me hizo quien soy hoy.
Y por eso creo que debo estar agradecido por la vida que tengo y aceptarla tal cual, sin importar cuán magnífica o aburrida o limitada sea.
Y vamos, para entretener un poco más la idea, si pudiera volver al pasado con lo que sé y cambiar la reacción en cadena de esos eventos que viví, ¿no acabaría yo al final extrañando la vida que llevo ahora? ¿Extrañando a la persona en la que me había convertido en esta otra posibilidad? ¿No me dejaría eso de nuevo en el punto de partida, entiéndase, contemplando otras posibilidades?
Sin embargo, si hay algo bueno en reflexionar sobre todas las vidas y momentos posibles que has vivido, o que podrías vivir en algún futuro lejano, es la oportunidad de darle a tu corazón un momento para descubrir que es aquello por lo que valdría la pena vivir.
Palabras finales
Mientras escribo estas palabras, no puedo evitar pensar en esas posibilidades dolorosas, situaciones en las que algunos de nosotros nos encontramos atrapados y de las que deseamos escapar para seguir el verdadero llamado de nuestro corazón, pero que, lamentablemente, no podemos.
¿Hay alguna palabra de aliento para ellos?
El psiquiatra y sobreviviente del Holocausto, Viktor Frankl, ofreció una respuesta a ese tipo de dilema en su libro El hombre en busca de sentido.
En este libro, el autor básicamente explica que lo que destruye el alma humana no es el sufrimiento en sí, sino ese sufrimiento que parece no tener ningún sentido: un sufrimiento sin significado.
En otras palabras, las personas pueden seguir adelante a pesar de, y evolucionar através del sufrimiento, siempre que puedan encontrar una razón poderosa que lo justifique.
Sin embargo, incluso en el peor de los casos, en los que después de tanto buscar no se encuentra un significado al sufrimiento, el superar dicho sufrimiento, mantenerse firme a pesar de él, añade el autor, brindará consuelo al corazón y una razón para sentirse orgulloso y seguir adelante.
Autor: Jason Berberena
Artista visual, escritor, y co-fundador de Kreation Artzone